No todos los días nos disponemos a comprar una casa, bien como futura residencia bien como inversión y un tipo de negocio propio. A pesar de ello, mucha gente ha caído en errores que son muy típicos en momentos de compraventa de viviendas, y de los que se han podido arrepentir después de un tiempo o por los que tienen que pagar las consecuencias el resto de su vida. Vamos pues a comentar algunos de ellos para que, en caso de ser su situación, puedan evitarlos y comprar una casa con todos los puntos bien atados.

1. No leer bien e informarse de lo que se va a firmar. Quizás pensamos que quienes han redactado el contrato ya saben cómo funciona este tipo de trámites y tendemos a confiar en que todo lo que vamos a firmar es correcto. Éste es un gran error, porque no sólo puede haber errores de escritura sino condiciones que no se habían incluido de palabra, y por las que después deberemos cumplir y pagar. Las escrituras de compraventa están durante tres días en la notaría, antes de la firma, y es deber del notario informar y asesorar de modo gratuito a cualquiera de las partes que necesiten resolver sus dudas. Del mismo modo, se pueden consultar las escrituras de hipotecas de algunas entidades bancarias.

2. No contratar a un abogado. Sin dejar de insistir en lo mismo, repetimos la importancia que tiene para su futuro la firma de un contrato sin que un profesional que pueda velar por sus intereses esté de acuerdo o pueda aconsejarle en cada uno de los aspectos que se traten durante la negociación y firma del contrato. Ahorrar en temas legales como éste podrá salirle muy caro en el futuro, por lo que le aconsejamos -y nunca mejor dicho- no empezar la casa por el tejado sino desde abajo y con buenos cimientos.

3. No calcular bien los gastos mensuales. Será muy importante comprar una vivienda con el precio más adecuado a las condiciones económicas y personales de cada uno, ya que según la edad del comprador, su situación familiar y su experiencia laboral podrá tener diferentes ingresos y gastos mensuales. Por lo tanto será un gran riesgo el enfrentarse a una hipoteca que no se pueda asumir sin haber hecho los cálculos necesarios previamente. Adicionalmente, habrá que analizar los nuevos posibles gastos de vivir en una zona diferente, como transportes, comercios o uso de gasolina para desplazarse a otros lugares. Todo ello será imprescindible a la hora de calcular los riesgos que conllevarán los gastos de una u otra casa.

4. Contratar una hipoteca con su novio o novia. Un contrato a largo plazo como éste, con tantas cláusulas y condiciones, es de un riesgo máximo si se realiza con una pareja con la que no se tienen firmados los papeles de matrimonio o de pareja de hecho. Para los que quieren seguir adelante, es conveniente realizar un acuerdo en el que se definan las proporciones de hipoteca a pagar por cada parte en caso de separación. Dicho acuerdo debería ser realizado mediante escritura pública para considerarse válido.

5. Incluir a algún miembro de la familia como avalista. Necesitar demostrar al banco con un avalista la solvencia del comprador induce a pensar que quizás el comprador no pueda hacerse cargo de la misma, y por lo tanto la entidad bancaria debería denegarle el préstamo. A pesar de ello esto no se suele dar por lo que los compradores utilizan a sus padres, hijos o familiares como avalistas, generando el gran riesgo de caer todos como un efecto dominó ante una posible falta de dinero para hacer frente a la hipoteca. Por ello recomendamos mantener alejados a sus familiares en estas situaciones para generar el mínimo daño posible en el peor de los casos.

Desde InmoSpecialist le recomendamos realizar la elección de su vivienda prestando atención a todos estos puntos y sobre todo haciendo caso a su sentido común. Comprar una casa es un paso que deberá dar con seguridad y estabilidad para un futuro feliz y tranquilo.