Negociar el alquiler de un local comercial

Cómo negociar el alquiler de un local comercial para tu negocio

Si estás buscando un local comercial para alquilar con el objetivo de situar en él tu negocio o empresa, deberás tener en cuenta varios factores que serán recomendables a la hora de la visita a las instalaciones así como en el momento de la negociación con el propietario.

En estos casos el arrendador suele tener la sartén por el mango y domina la información y las condiciones de contratación, pero siempre podemos utilizar pequeños trucos para conseguir los mayores beneficios de la negociación.

Cuando vayas a conocer el inmueble no expreses tus sentimientos ni primeras impresiones, ya que si te encanta y se lo demuestras al propietario, éste aprovechará para endurecer ciertas condiciones o incluso encarecer el precio. Cuanta menos información desveles sobre intenciones de gasto o presupuesto máximo, menos ayudará al dueño del local.

Del mismo modo, hazle saber que has visto otras instalaciones en las que puedes estar interesado. Esto servirá para que sepa que hay competencia a la que tener en cuenta y que no puede arriesgar a perder un posible interesado en su local.

Analiza el mercado. Aunque no estés interesado en otros locales de alquiler, analiza las características de aquellos que se encuentren en zonas similares, que dispongan de una superficie parecida, etc. Así, podrás comparar precios y descubrir si el inmueble es caro, barato o si, por el contrario, se sitúa entre los precios razonables.

Realiza tu oferta por escrito. Deja bien claras tus intenciones y presenta tu oferta por escrito pero sin ser vinculante, siendo cauto y sin arriesgar con un precio inaceptable. De este modo no habrá pérdidas de tiempo en el caso de que tus intenciones y las del arrendador estén completamente separadas. Si es inviable alcanzar un acuerdo, tanto tú como el propietario evitaréis de esta manera entrar en negociaciones que de otro modo no llegarían a nada.

Negocia bien todas las cláusulas. Determina los plazos de variación del precio del alquiler así como la duración del contrato, que suele ser de 3 años. Del mismo modo acuerda bien la responsabilidad de los gastos de comunidad, impuestos, obras o desperfectos, ya que aunque creas que pueden ser obvios, podrías encontrarte con problemas si no los aclaras de antemano.

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